A La Orilla De La Chimenea

Sabina Joaquin

Puedo ponerme cursi y decir que tus labios


me saben igual que los labios que beso en mis sueños,


puedo ponerme triste y decir que me basta


con ser tu enemigo, tu todo, tu esclavo, tu fiebre tu dueño


y si quieres también puedo ser tu estación y tu tren,


tu mal y tu bien, tu pan y tu vino, tu pecado tu Dios tu asesino,


o tal vez esa sombra que se tumba a tu lado en la alfombra


a la orilla de la chimenea a esperar que suba la marea.





Puedo ponerme humilde y decir que no soy el mejor


que me falta algo para atarte a mi cama,


puedo ponerme digno y decir toma mi dirección


cuando te hartes de amores baratos, de un rato me llamas


y si quieres también puedo ser tu trapecio y tu red,


tu adiós y tu ven, tu manta y tu frío, tu resaca, tu lunes, tu hastío,


o tal vez esa sombra que se tumba a tu lado en la alfombra


a la orilla de la chimenea a esperar que suba la marea.


O tal vez ese viento que te arranca del aburrimiento


y te deja abrazada a una duda, en mitad de la calle y desnuda.


O tal vez esa sombra que se tumba a tu lado en la alfombra


a la orilla de la chimenea a esperar...