Desfile De Antifaces

Fernando Delgadillo

Ya hace tiempo que asistí disfrazado

a unas mascaradas que fui invitado

modelé antifaces tan coloridos

como los tonos de los vestidos

que usaba a diario como disfraz

para verme tal como los demás.



Para verme como querían mirarme

ponía a mi silueta cualquier alarde.

Como era galante el hombre floral

me adorné las ramas muy natural.

Para el que me vio parecí normal

en esos desfiles de carnaval.



Entre las parejas que iban

girando un día le encontré.

Bella como media luna

que alumbra al oscurecer.

Convidé a la danza

a la dama luna del antifaz

que ella usaba para

que se pensara, que era su faz,

pero al descubrir su semblante

nada hallé detrás.



Me asusté al mirar su cara vacía,

dijo así son todos ,¿no lo sabías?

Con un gesto dulce mas que elegante

mi luz nocturna se hizo menguante

luna que al fin desapareció.

Al amanecer de mi comprensión.



Fui a buscar a aquel que he llamado amigo.

Bajo el antifaz nadie hallé conmigo,

Busqué entre las poses, los comediantes,

entre los diestros y principiantes

que actúan al rostro del soñador

y ese rostro sólo lo tenía yo.



De entonces a acá

me despojo a diario del antifaz,

que hizo la costumbre

de un maquillaje tan pertinaz.

Como la canción desenmascarada

me muestro a aquel,

que acaso no gusta de lo que

mira cuando me ve,

o hasta se incomode si no ve a nadie

dentro de él.



Ahora ya no voy desenmascarando

cuando encuentro que alguien

se emboza actuando.

Cuando engañan en su felicidad

sólo veo remedos de humanidad.

Lo que podrían haber sido y no son

entre vanaglorias y compasión.



Lo que soy yo mismo no puedo verlo

lo que veas de mí, no puedo esconderlo

ni siquiera cargo con mi armadura

el que pueda herirme hallará en mi hechura

sangre mestiza sin condición,

que mantiene abierto mi corazón.