Corazón De Mimbre

Marea

quieto parao, no te arrimes, ya son demasiados abriles

para tu amanecer desbocao, mejor que me olvides,

yo me quedo aquí a tender mi pena al sol

en la cuerda de tender desolación,

luego empezaré a coser tequieros en un papel

y a barrer el querer con los pelos de un pincel..



y en cuanto acabó de zurcir las heridas de

las noches mal dormidas llegué yo

y le llené de flores el jergón para los dos,

sin espinas, de colores, que se rieguen

cuando llore y cuando no, las sulfatamos

con nuestro sudor,

y me confesó, cuando quieras arrancamos que

en las líneas de la mano lo leyó,

que se acabó el que la quemara el sol,

pero se asustó, ¡como te retumba el pecho!,

tranqui, solo es mi maltrecho corazón,

que se encabrita cuando oye tu voz,



¿qué coño le pasara que ya no sale a volar ?

¿tal vez le mojó las plumas el relente de la luna?

le volvió loca el sonío de las gotas de rocío

cuando empieza a clarear y aún no se ha dormío



y me enamoró, aunque era un hada alada y

yo seguía siendo nada no importó,

eramos parte del mismo colchón

hasta que juró,"nos querremos mas que nadie

pa que no corra ni el aire entre tu y yo",

sentí que me iba faltando el calor,



le hizo un trato al colchón, con su espuma se forró

el corazón, que anoche era de piedra y al alba era

de mimbre que se dobla antes que partirse...



amaneció, la vi irse sonriendo, con lo puesto,

por la puerta del balcón, el pelo al viento

diciendome adiós, porque decidió que ya

estaba hasta las tetas de poetas de bragueta y revolcón,

de trovadores de contenedor.