Estaba encerrao para no ver a nadie,
abrí una rendija para oir el aire
y oí “ven pacá, cagüendiós”,
yo creí que eras... tú,
aullaron los vientos con su escandalera,
“no veas compadre, la que hay aquí afuera”,
no quiero saberlo, llevároslo todo, dejadme el silencio...
... dejadme que os cuente mi cuento de herida y caricias,
mi historia de nadie, mi nana del hambre, todas mis mentiras,
tal vez embelese y te bese cortándome a tiras,
si buscas deslumbre y encuentras alambre será que descuidas,
más que agua es aguarrás, lo que sudo al despertar
si te veo pasar sola,
se hacen charcos, se hacen olas,
y yo un barrio de chabolas que te quiere bien,
pa que te acuestes en él,
pa que te pierdas con él,
... dejadme que invente que un tren es la libertad mía,
que va donde quiero, sin más traqueteo, sin más tontería,
tal vez no reviente de ganas de andar por la vía,
con penas a miles, borrando raíles, borrando los días,
más que agua es aguarrás, lo que sudo al despertar
si te veo pasar sola,
se hacen charcos, se hacen olas,
y yo un barrio de chabolas que te quiere bien,
pa que te acuestes en él,
pa que te pierdas con él,
no sé nada de correr, no sé nada de ascender,
de esta mierda de arcoiris, del cigarro de después, no sé,
si la vida pasa en cueros, castigao a la pared,
no sé nada de aguantar, no sé nada de achuchar,
de ponerme de rodillas, de llorar para mamar, no sé,
en cuanto acaben los tiros garabatos al papel,
que si me quedo con los dientes relucientes
y embarrao el corazón,
tu tic tac y el mío son el mismo son,
y eso sí que no...
... dejadme que os cuente mi cuento de herida y caricias,
mi historia de nadie, mi nana del hambre, todas mis mentiras,
que ésta es la pataleta que nos da mientras suspiras,
lo que queda del atraco que le dimos a la vida,
de las mantas que liamos todavía queda alguna,
esto queda de los halos que robamos a la luna,
y voy entrándole al día,
y al salir le dejo la alfombra