Comer de lo comido, beber de lo bebido,
abriendo esa despensa que es el intestino.
Tu esfínter dosifica la ración diaria
y cuando llega el rancho te avisa la almorrana.
Alimento completo en taza u orinal.
Combate la gastritis y el colesterol.
Comer excrementos cada mañana
es un síntoma inequívoco de vida sana.
De primero caldito de tu cuerpo
y luego todo lo que sale por el recto.
Guiso de heces en forma de melena
y de postre sorbete de esmegma.
El reciclaje voluntario de alimentos
sólo es nocivo para el aliento.
Por lo demás todo son ventajas:
Contra la crisis comamos caca.
Coprofagia.
¿Por qué se respeta a los vegetarianos
y a los coprófagos nos llaman guarros?
Coprofagia.
¿Cuándo lograrán equipararse
los que comen mierda con los que no comen carne?
Coprofagia.
Bebamos infusiones en aguas fecales.
Comamos la boñiga de nuestros animales.
Seguro que el vecino te tacha de marrano
porque envidia lo que ahorras no llendo al mercado.
Nuevos horizontes de gastronomía.
Nuevas esperanzas a la hambruna colectiva.
La familia permanece más unida
compartiendo los frutos de su letrina.
Coprofagia.
Comer de lo comido, beber de lo bebido,
sólo muere de hambre el estreñido.
La marca del zorro es la garantía
para llenar el estómago todos los días.
Menú variado e imaginativo
siguiendo el recetario de "Pink Flamingos".
Defecación de cinco tenedores,
variados laxantes, sutiles olores.
Palominos bañados en lluvia de oro,
revuelto de zurraspa con pelos de escroto.
El gourmet aliña con mucho esmero
las viandas escogidas en su pozo negro.
Lávate el ojete después de comer
y enjuaga tu cepillo en el bidé.
Prepara ya la lavativa
o mañana no habrá comida.
Coprofagia.