Tan solo quedó, al fin
El viejo maniquí donde probabas tú
La seda y el chifón que llamó la atenciónA todo aquel que vio tu cuerpo de princesa
Y ahora quedó allí
Tirado en un rincón, en el viejo desván
Guardando la emoción de cosas que no están
Y vuelvo a recordar las horas de tibieza
Y creo revivir
El loco ir y venir, tu cuerpo de mujer
Buscando por doquier el nuevo figurín
Para poder lograr decorar tu belleza
Y yo, desde un rincón,
Contemplo tu actuación, tratando conseguir
Con gran preocupación, algún nuevo color
Que luego te pondrás y lucirás coqueta
Las lágrimas empañan la visión
Y veo en el rincón del viejo maniquí
Aquella... que yo quise
Dime tú
¿Por qué me abandonaste?
¿O acaso no lograste las cosas que soñabas?
¿No viste con qué ganas que yo trabajaba
Luchando sin descanso para darte mi abrigo?
¿O acaso...?
¿O acaso no entendiste que te amaba?
Como te ama un amante
Como quiere un amigo
Mas tú
Creíste que eras reina
Que yo tu esclavo, debía darte todo
Y así, y así te di mi honor
Y me anulaste, y te regalé todo
Te di mi sangre, mis sentidos, mis caricias
Y tú todo lo tomaste
Y me anulaste
Mas, mas cuando te pedí un poco de amor
Tú, sin mirar hacia atrás, te marchaste
Devuélveme el amor, dame la vida
Dame la vida que te di, dame los sueños
Devuelve el corazón aquí a mi pecho
Que ya vacío y ya deshecho de llorar
Se acuerda hoy de ti
¡Dame el amor!
¡Dame la vida!