El Durmiente del Valle

Pedro Guerra

Mediodía, silencio
Tranquilo el horizonte
Por los claros del bosqueSigue despacio el río
Y la plata del agua
Se desnuda sin frío
Bajo un sol orgulloso
Que ha bajado del monte

Mirad ese soldado
Y el sueño que lo ampara
Tiene la boca abierta
La cabellera al viento
Sobre la hierba verde
Descansa un sentimiento
De luz como una lágrima
Que rueda por su cara

Los pies
En los gladiolos
Parece sonreír
Parece un niño enfermo
Que teme el porvenir
Y pide que la noche
Le ofrezca su cuidado

El perfume que siente
Es de flores inciertas
Mirad su mundo inmóvil
Sus dos manos abiertas
Y dos heridas rojas
De bala en el costado

Los pies
En los gladiolos
Parece sonreír
Parece un niño enfermo
Que teme el porvenir
Y pide que la noche
Le ofrezca su cuidado

El perfume que siente
Es de flores inciertas
Mirad su mundo inmóvil
Sus dos manos abiertas
Y dos heridas rojas
De bala en el costado