él ha empezado a sudar
por el esfuerzo de dar gusto al cuerpo
moviéndose en el lecho.
Está en un viejo burdel
transformado en la boutique del sexo
discreto y a buen precio.
La noche y la soledad
una calentura de perro
una carencia afectiva
lo llevó sin remedio
al salón Raquel.
Ella no suda jamas
esta mascando chicle amargo y piensa
llenar esa despensa.
Se mueve sin emoción
mientras susurra vicios del oficio,
tumbada como el quiso.
Se hizo profesional,
en una cuesta de enero
aquella cola del paro
la llevó sin remedio
al salón Raquel.
Raquel es un burdel
donde van a parar
las chicas del amor
para poder pasar
la cuesta de enero.
Raquel es un burdel
donde al amanecer
hay naufragos que van
a la deriva a buscar
amores de urgencia
si pueden pagar.
El terminó de pagar
la ropa tiene el tufo del fracaso
y el whisky sabe amargo.
Ella ha empezado a fumar
le dice: Tigre tú seras mi negro
y le sigue mintiendo.
él es un naufrago más
ella una chica perdida
dos seres que en la noche
no tienen más salida,
al salón Raquel.
Raquel es un burdel...