Como otra piel
como otro sabor.
Como otros abrazos,
otro olor.
No habrá otros latidos,
no habrá otro orgasmos,
no habrá otras promesas,
ni otro calor.
Aprendiendo de nuevo,
depertando en mi cama.
No habrá otra espalda,
la almohada sudada.
Sea dentro de un taxi,
caminado en la calle
o dejando que queme el sol...
Como puedo comer,
como puedo escribir,
como puedo sufrir,
escapar o mentir.
Si lo único cierto,
y lo único claro,
es tu firma salvaje,
y bendito amor.
Al olor de tu sangre,
al sabor de tu cuello,
al dolor de tu llanto,
al color de tu voz.
Moriría mañana,
moriría en éxtasis,
moriría en el fondo del éxtasis.
Amiga mía (aaaahhh, aaaahhhh, aaahh)
yo sé que nunca vamos a dejar
que éste amor se nos vaya.
Al oler la mañana
una frase ingeniosa.
Los minutos son oro,
como arena en la sábana.
Y tomar esa taza,
y comer en la cama,
un café con helado,
remojado en tu espalda.
Yo me pongo contento,
ya no nos levantamos,
y te apreto en mi pecho,
con toda mi alma.
Moriría mañana,
moriría pegado,
completamente drogado.
Amiga mía (aaaahhh, aaaahhhh, aaahh),
yo sé que nunca vamos a dejar,
yo sé que nunca vamos a dejar,
que éste amor se nos vaya.
No te olvides
lo que digo.
Aún cuando escuches
lo peor.
Te estaré amando igual!
Amiga mía (aaaahhh, aaaahhhh, aaahh),
yo sé que nunca vamos a dejar,
que éste amor se nos vaya.
Amiga mía (aaaahhh, aaaahhhh, aaahh),
yo sé que nunca vamos a dejar,
yo sé que nunca vamos a dejar...
