Exiliada Del Sur

Inti Illimani

Un ojo dejé en Los Lagos

por un descuido casual,

el otro quedó en Parral

en un boliche de tragos,

recuerdo que mucho estrago

de niña vio el alma mía,

miserias y alevosías

anudan mis pensamientos,

entre las aguas y el viento

me pierdo en la lejanía.



Mi brazo derecho en Buín

quedó, señores oyentes,

el otro en San Vicente

quedó, no sé con qué fin;

mi pecho en Curacautín

lo veo en un jardincillo,

mis manos en Maitencillo

saludan en Pelequén,

mi falda en Perilauquén

recoge unos pececillos.



Se m'enredó en San Rosendo

un pie el cruzar una esquina,

el otro en la Quiriquina

se me hunde mares adentro,

mi corazón descontento

latió con pena en Temuco

y me ha llorado en Calchuco,

de frío por una escarcha,

voy y enderezo mi marcha

a la cuesta 'e Chacabuco.



Mis nervios dejo en Granero,

la sangr'en San Sebastián,

y en la ciudad de Chillán

la calma me bajó a cero,

mi riñonada en Cabrero

destruye una caminata

y en una calle de Itata

se me rompió el estrumento,

y endilgo pa Nacimiento

una mañana de plata.



Desembarcando en Riñihue

se vio a la Violeta Parra,

sin cuerdas en la guitarra,

sin hojas en el colihue;

una banda de chirigües

le vino a dar un concierto;

con su hermanito Roberto

y Cochepe forman un trío

que cant'al orilla del río

y en el vaivén de los puertos.