El reggae es nuestro diario y en él escribimos
con tierra, con cielo y con llanto, de la cordura al espanto
A veces partimos la punta y rajamos la hoja con furia,
pero sólo un manchón queda que no nos deja seguir.
Hay que colgarse la cara pura,
en este tiempo delirante
dejar a un lado la furia.
Hemos de mantener en el inventario ciertas emociones vivas,
pues si las emociones matan, deben también curar.
El reggae es nuestro diario y en el nos vertimos hoy
con tecla, cuerda, cuero y canto, liberando el encanto.
Hay que colgarse la cara pura,
en este tiempo delirante
dejar a un lado la furia.
Quiero documentar la cosquilla, el dominó y el café,
el palique en la esquina y el bembé.
Documentar también el río que acaricia mi piel,
inspira los sentidos y energiza mi ser.
Documentar la cosquilla que me hechó a reir ayer
para acordarme otro día y enloquecer otra vez.
Documentar el tímido horizonte que se esconde
tras la duna y la palmera que adornan la costa en Piñones,
las olas de Chatarra y Aviones.
Ay, el tumbao de los tambores que se escuchan en Loiza
cuando paso de prisa y se me olvida la carrera.
Si, al fin, vivir el día es lo que cuenta.
El pasado es un punto de partida
y el futuro tú lo inventas.
Documentar la cosquilla que me ha visto crecer
para que otras culturas la gocen también.
E,e, cosas de la vida boricua.
Oyemé, gozadera pura y viva tú ve'.
Vive el color de esta Islita,
siente el calor- si no te cura el menos te divierte,
te enciende. No te deja ni un poro inherte.