Mano A Mano

Carlos Gardel

Rechiflao en mi tristeza, te evoco y veo que has sido


de mi pobre vida paria sólo una buena mujer


tu presencia de bacana puso calor en mi nido


fuiste buena, consecuente, y yo sé que me has querido


como no quisiste a nadie, como no podrás querer.





Se dio el juego de remanye cuando vos, pobre percanta,


gambeteabas la pobreza en la casa de pensión:


hoy sos toda una bacana, la vida te ríe y canta,


los morlacos del otario los tirás a la marchanta


como juega el gato maula con el misero ratón.





Hoy tenés el mate lleno de infelices ilusiones


te engrupieron los otarios, las amigas, el gavión


la milonga entre magnates con sus locas tentaciones


donde triunfan y claudican milongueras pretensiones


se te ha entrado muy adentro en el pobre corazón.





Nada debo agradecerte, mano a mano hemos quedado,


no me importa lo que has hecho, lo que hacés ni lo que harás;


los favores recibidos creo habértelos pagado


y si alguna deuda chica sin querer se había olvidado


en la cuenta del otario que tenés se la cargás.





Mientras tanto, que tus triunfos, pobres triunfos pasajeros,


sean una larga fila de riquezas y placer;


que el bacán que te acamala tenga pesos duraderos


que te abrás en las paradas con cafishios milongueros


y que digan los muchachos: “Es una buena mujer”.





Y mañana cuando seas deslocado mueble viejo


y no tengas esperanzas en el pobre corazón


si precisás una ayuda, si te hace falta un consejo


acordate de este amigo que ha de jugarse el pellejo


p'ayudarte en lo que pueda cuando llegue la ocasión.